Investigación y Ciencia - 14 Enero, 2025
Nuevas proteínas clave en el desarrollo de la degeneración macular asociada a la edad
Un equipo de investigadores ha empleado células madre humanas para superar las pruebas realizadas con animales y examinar genes asociados a la enfermedad .
La afección genera un exceso de proteína TIMP3, que paraliza la actividad de las enzimas MMP, fundamentales para mantener una buena salud ocular.
Tags: #generacionmacular, #enfermedadesoculares, #tratamientosoftalmologicos
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La degeneración macular relacionada con la edad es una de las principales causas de ceguera en el mundo afectando a más de 200 millones de personas. Sus tratamientos tienen una eficacia limitada y pueden provocar efectos secundarios significativos, por lo que es una de las enfermedades que acaparan una mayor atención por parte de la investigación.
Recientemente, un grupo de investigadores procedentes de varios países dirigidos por la Universidad de Bristol (Reino Unido) descubrió que el aumento de la proteína IRAK-M1 en las células de la parte posterior del ojo podría aumentar la protección de las personas adultas ante una posible pérdida de visión causada por esta afección.
Uso de células madre
A este hallazgo se suma ahora otro trabajo llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Rochester (también en Reino Unido). Con la vista puesta en la identificación de nuevas dianas terapéuticas que ayuden a frenar la progresión de la enfermedad, los investigadores decidieron llevar a cabo su investigación utilizando células madre humanas para superar las pruebas realizadas de manera previa con animales.
De esta forma, el estudio, cuyos resultados han sido recogidos por la revista Developmental Cell2, se dirigió a examinar los genes asociados con la degeneración macular y con las distrofias maculares, y a identificar proteínas clave involucradas en las primeras etapas de la enfermedad.
El equipo constató que la enfermedad genera una producción excesiva de una proteína llamada “inhibidor tisular de metaloproteinasas 3 (TIMP3)”, la cual, a su vez, paraliza la actividad de determinadas enzimas llamadas metaloproteinasas de matriz (MMP).
Además, los investigadores observaron que el trabajo de estas últimas es fundamental para evitar la inflamación y la acumulación de drusas, una capa de células que suele ser un indicador temprano de degeneración macular relacionada con la edad, en el ojo; es decir constataron que al neutralizar la inflamación también disminuían las drusas.
Atacar la inflamación
Una vez constatado el papel activo que tienen las drusas en la proliferación de la enfermedad, los investigadores se propusieron atacar la inflamación como enfoque para prevenir su formación. Para ello, emplearon un inhibidor de moléculas para bloquear la actividad de la enzima asociada con dicha inflamación. De esta forma atacaron las vías celulares involucradas en la formación de drusas como impulsoras clave de la progresión de la enfermedad.
El resultado fue el esperado: los investigadores lograron reducir la formación y acumulación de drusas en su modelo, un paso imprescindible para evitar que la degeneración macular progrese a una etapa en la que se produce pérdida de visión.
Este logro permite abrir la puerta a nuevos tratamientos para evitar la evolución de la enfermedad y, de esta forma, ofrecer nuevas vías terapéuticas que consigan mejorar significativamente la vida de millones de personas.
Referencias
Rocheplus. IRAK-M: La proteína que puede revolucionar el tratamiento de la degeneración macular. [Internet]. Disponible en: https://www.rocheplus.es/innovacion/investigacion-ciencia/proteina-degeneracion-macular.html
Science Direct. Human iPSC-based disease modeling studies identify a common mechanistic defect and potential therapies for AMD and related macular dystrophies. [Internet]. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1534580724005331?via%3Dihub
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