Steven Spielberg volvió a sorprender a los espectadores de medio mundo en 2002 con el estreno de Minority Report. La película relata la historia de una unidad policial futurista especializada en interceptar a los delincuentes antes de que cometieran un asesinato. ¿Cómo? Gracias a las visiones de tres seres psíquicos que eran capaces de visualizar los crímenes momentos antes de perpetrarse. Aunque esas visiones psíquicas son fruto de la creatividad y la imaginación del cineasta estadounidense, el ser humano está desarrollando tecnología para poder “anticiparse” a determinados eventos en otros ámbitos. Por ejemplo, en el mundo de la medicina, con la misión de detectar el cáncer. Científicos de la Universidad Johns Hopkins han realizado un estudio con el que han conseguido detectar tumores con un simple análisis de sangre hasta tres años antes de la aparición de los primeros síntomas y, por lo tanto, del diagnóstico principal. Este estudio también ha permitido determinar el grado de sensibilidad que se necesita para conseguir que los resultados sean válidos. Publicada por la revista Cancer Discovery ⁴ , la investigación revela que el material genético que desprenden los tumores de cualquier tipo está presente en el torrente sanguíneo y se puede detectar hasta tres años antes del diagnóstico principal. Este descubrimiento, aplicado a una enfermedad como el cáncer, en la cual el diagnóstico precoz juega un papel determinante para favorecer la supervivencia de los pacientes, puede constituir un punto de inflexión a la hora de abordar los tratamientos, puesto que los tumores que se encuentran en una fase inicial son potencialmente más fáciles de combatir.

El uso de la sangre como biomarcador no es nuevo: muchas investigaciones la utilizan para detectar enfermedades como el Alzheimer ¹ o la sarcoidosis pulmonar ² , o para predecir la mortalidad de dolencias como la EPOC ³ . En este caso, el equipo de investigadores evaluó varias muestras de plasma procedentes de un amplio estudio desarrollado por varios Institutos de Salud para investigar los factores de riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otras enfermedades cardiovasculares. Los científicos analizaron las muestras de sangre de un total de 26 personas que habían participado en el estudio y que fueron diagnosticadas de cáncer en los seis meses posteriores a la toma de la muestra, y de otras 26 que no sufrieron la enfermedad. En el momento de la recolección de la muestra de sangre, ocho de estos 52 participantes dieron positivo en la prueba de detección temprana de múltiples cánceres dentro de los cuatro meses posteriores a la extracción de sangre. En seis de estos casos, los investigadores tuvieron la oportunidad de evaluar muestras de sangre recogidas más de tres años antes de recibir su diagnóstico, e incluso en cuatro casos las mutaciones causadas por los tumores estuvieron presentes en muestras tomadas de manera previa.

Los resultados han llevado a los investigadores a destacar el papel que juega la prueba de detección temprana de múltiples cánceres, algo que resulta fundamental para poder abordar su tratamiento con mayores probabilidades de éxito. Tal y como figura en el estudio de la revista médica, “estos resultados demuestran que es posible detectar el ADN tumoral circulante más de tres años antes del diagnóstico clínico y proporcionar las sensibilidades de referencia necesarias para este propósito”. Este estudio, según apuntan los investigadores, necesita complementarse con un seguimiento clínico adecuado de aquellos casos que obtienen una prueba positiva.